Café central de Viena

Sucedió en un café

No sé cuántas personas se sentaron a mi lado.

Cuántas vidas se encontraron y cuántas se despidieron.

Tampoco sé cuántas historias se contaron.

Cuántas penas se desahogaron y alegrías se compartieron.

Allí estaba yo, sentada, ensimismada en mi mundo.

Dialogando con mis pensamientos,

Me olvidé de mirar alrededor, de observar y apreciar la vida que se respiraba.

Me olvidé del otro mundo que seguía girando,

conmigo pero sin mí.

Carla López Rodríguez

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